miércoles, 10 de febrero de 2016

La Semilla del Diablo

La, la, la, laaa, la, la, la, la, la, la-la, la-laaaaaaa... Todavía se me ponen los pelos de punta cuando escucho el tema principal de la película, y qué película señores, un clásico absoluto: Rosemary's Baby (Roman Polanski, 1968) que como sabréis, algún desgraciado la tradujo al castellano con uno de los títulos más spoileadores de la historia: La Semilla del Diablo.

El título traducido nos cuenta como acaba uno de los embarazos más extraños de la historia del cine. El desenlace de un plan macabro, lleno de engaños y situaciones perturbadoras. Pero por suerte para nosotros, esa desafortunada traducción no es suficiente para quitarle ni un ápice de grandeza a la película. De he hecho siempre que la vuelvo a ver descubro algún detalle nuevo y me sigue generando la misma impotencia y el mismo impacto ver a Mia Farrow cada vez más demacrada, sufriendo ese embarazo satánico.

Mia Farrow es una de las claves para dar veracidad a la película, ese papel de mujer frágil, pero luchadora a la vez, es importante; pero donde llega al culmen es en la secuencia final: es impresionante la cara que pone cuando ve el rostro de su hijo. Un profesor de cine que tenía nos habló del final en una clase, y lo definía como uno de los más escalofriantes que había visto en su vida... Y que no estaba seguro de si se llegaba a ver la cara del niño, el creía recordar ver un bebé con los ojos rojos, pero no estaba seguro. Fijaos que poderosa es la imaginación, en la película no se ve al niño en ningún momento (solo vemos fugazmente el rostro de Satán), pero mi profesor no sabía si lo que había visto estaba en su cabeza o en la película, me parece algo fascinante.

Sugerir en vez de mostrar, algo que se perdió hace tiempo en el cine, pero de lo que ese genio llamado Roman Polanski nos da una clase magistral en este film. En la película casi no hay nada de sangre, casi toda la película es de día, casi no hay nada paranormal en pantalla (a excepción del "sueño" de Rosemary), ni si quiera vemos morir a nadie... Y sin embargo la sensación de angustia nos acompaña todo el metraje, y cuando termina sabemos que hemos sido testigos de algo macabro y de lo más siniestro. 

"Te eligió a ti entre todas las mujeres..."

La verdad no se me ocurre ninguna pega que ponerle, quizás es un poco lenta al comienzo, pero todo forma parte del juego... Al principio parece que estamos viendo una película de amor y felicidad, pero poco a poco se va transformando. Simplemente la película es impresionante en todos y cada uno de sus apartados, mención especial a los actores que están extraordinarios, por algo Ruth Gordon, la vecina pesada, se llevó el oscar a "Mejor actriz de reparto", aunque sin duda Mia Farrow también habría merecido por lo menos una nominación.

Poco más que añadir, probablemente ya se ha dicho todo lo que se podía decir de esta histórica película, a la que rodean un montón de leyendas negras, anécdotas macabras y tragedias fuera de cámaras. Es a fin de cuentas una película legendaria, la más famosa de la llamada "trilogía de los apartamentos" de Polanski, una imprescindible del cine de terror de todos los tiempos, y del cine en general.

Excelente

2 comentarios:

  1. Buenos días!!

    Gran post! A mí me puso los pelos de punta y consiguió darme miedo de verdad. Este tipo de cine hoy en día no se hace. Salvo dos cintas que me impactaron "The Conjuring: Expediente Warren" y "It Follows". Que para ser actaules consiguieron el efecto de antes. Sin mucha parafernalia y jugando con el espectador. Vamos... terror auténtico.

    "La semilla del diablo", es una puesta en escena brillante y desde luego Mia, está impresionante. Escuché no hace mucho toda la extraña historia que envuelve la trama. La llamada peli maldita. Al igual que "El Exorcista".....

    ¡Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. It follows la tengo pendiente... Una peli maldita más, como Poltergeist y El Exorcista, pero desde luego todas ellas obras maestras. Gracias por comentar! Un saludo!

      Eliminar